martes, 2 de diciembre de 2008

CIELOS SOLFERINOS

Fotografía tomada desde mi ventana... un atardecer de invierno.


El ulular del bosque desciende por la tarde,
se queda atrapado entre silencio secos
que habitan los rincones de la casa.
Se detiene a perforar agujeros que urden
nuevos lazos de sol en las ventanas,
nuevos cantos con olor a melaza y greda...
porque el bosque vagabundea las orillas del cerro,
le pulsa las sienes a cada raíz que vuelve hoja alada
con los mansos vapores del tibio atardecer.

Se abre la casa.
Como boca fogosa, se impregna de luz,
ventila sus pestañas de alpistes y gorriones,
sus planos y perfiles bailan con mil brazos.
Cobija la voz de los nidos nuevos,
los piares y trinos que sostiene su cabeza en llamas;
cada nube de grana, cada pañuelo,
es viajero de los cielos solferinos ...

Es el bosque que enciende sus aguadas,
derramándose, cual diluvial danza,
dejando las cosechas de milenios de arrebol
a los pies de mi humilde casa.
Norma Duch Roveri