viernes, 12 de marzo de 2010


Fotografía de dominio público, extraída de la web. 


Ruge la tierra...
y ruge en el alma un clamor de cielo,
de esperanza,
de abrazo a la vida.

Como un parto de luz surge entre el dolor
la fuerza de una nación que lleva en la sangre
la humildad del trigo y de la nieve.
el temple del cobre y la montaña,
la nobleza del copihue y de la sal.

Ruge la roca y el océano,
del vientre ardiente de la arcilla brota
un zarpazo oscuro que azota muros,
despedaza templos,
quiebra ilusiones y sueños,
y silencia miles de corazones.
Un tremor de tinieblas y sombras
se sumerge entre cada hogar y bajo cada flor,
destrozando pétalos, lágrimas y besos.

Tiembla el alma, si, tiembla el corazón,
pero nada reprime el trino de las aves,
nada detiene un nuevo amanecer,
y nada apaga el coraje de un pueblo
que se abraza a su bandera, y a Dios.

Norma Duch Roveri